Cuando en los 80′ comenzaron a realizarse los primeros estudios en la UCLA para identificar cómo se alteraban los hábitos de compra en personas que atraviesan un momento importante de sus vidas – como graduarse, conseguir un empleo, separarse de una novia o tener un hijo – nadie, ni siquiera el estadístico Andrew Pole, hubiera pensado que 30 años después esta clase de inteligencia comercial podría ser tema de discusión en el despacho gubernamental de la Casa Blanca.

Sucede que hace unas semanas, el gobierno de EEUU junto a las principales asociaciones de marketing y empresas de tecnología de la industria, aseguraron a los medios de comunicación que ya están encaminadas las iniciativas hacia la implementación definitiva de Do Not Track, una tecnología desarrollada por la elite IT de ese país con el fin de resguardar la información privada de los consumidores.

El antecedente más cercano a esta propuesta se denomina “navegación privada” (o “navegación de incógnito”) una opción que desde hace muy poco tiempo incorporan todos los browser modernos. Sin embargo, Do Not Track va más allá del asunto: esta tecnología ofrece la posibilidad de bloquear las cookies de seguimiento que suelen ser utilizadas para mostrar al usuario anuncios personalizados y elaborar estadísticas.

Técnicamente, se trata de un encabezado HTTP el cual se activa a través de las preferencias de algunos navegadores para indicar a cada servidor web que no deseamos ser rastreados. Si bien Mozilla fue el primero en implementar esta opción, ya se sumaron Internet Explorer y Safari. Solo falta que Google habilite Do Not Track en Chrome para que los browsers más populares del mercado brinden esa novedosa posibilidad a los usuarios.

Según recogen los principales medios de EEUU, Do Not Track es considerado por los desarrolladores de software y las principales compañías de tecnología como el primer paso dentro de una campaña más amplia para la protección de los intereses de la privacidad de los usuarios en todo el mundo.

Cabe destacar que los principales players del mercado publicitario ya dieron su visto bueno a Do Not Track. Estamos hablando de Yahoo!, Google, Time Warner, AOL y NBCUniversal. Sin embargo, algunas empresas todavía miran con recelo la iniciativa y aseguran que el uso masivo de esta tecnología por parte de los usuarios podría impactar directamente en sus negocios. Pero todo dependerá de cómo el consumidor utilice la herramienta.

En este sentido, The Pew Research Center, una organización dedicada al estudio de tendencias en los ciudadanos norteamericanos, realizó una encuesta para medir el posible grado de afinidad entre los usuarios y Do Not Track: el 59% consideró que la recolección de datos de usuarios para el envío de publicidad personalizada era un uso injustificado de la información privada de las personas.

Por mucho que esté avanzada esta iniciativa desde lo verbal, aún siguen las controversias para saber cómo se instrumentará Do Not Track. Por ejemplo, varios tecnólogos estudian el alcance de la herramienta para redes sociales como Facebook donde el botón “Me gusta” es utilizado por cientos de sitios de empresas para hacer marketing y recolectar información de los usuarios.

La realidad es que desde Mozilla ya comenzaron a realizar testeos de la herramienta y aseguran que los usuarios, al configurar Do Not Track en sus Firefox, gritan animados: “¡No me digan qué hacer!”, “¡No recolecten información sobre mí!”.

Aún quedan muchas preguntas para responder antes de que Do Not Track esté instalado definitivamente en los navegadores del mercado, sin embargo la iniciativa parece contar con al apoyo necesario tanto desde el sector público como privado para convertirse en una realidad.

La clave del asunto estará en cómo los usuarios utilicen la tecnología y cuán clara sea la comunicación sobre los beneficios de aplicar Do Not Track en sus navegadores. Por ahora, todo es materia de debate hacia la puesta en marcha de un mecanismo que defienda la privacidad de los consumidores en Internet.