social-videoMientras que 2014 fue el año donde los anuncios de vídeo nativos evolucionaron y la viewability o visibilidad estuvo en boca de todos, muchos se preguntan qué podemos esperar de la publicidad en vídeo para este 2015. Oliver Smith, de MarketingMagazine.com, identifica algunas tendencias interesantes.

Fin de un monopolio: Tres cuartas partes del consumo de video online ya se produce fuera del ecosistema de YouTube, de acuerdo con estadísticas de comScore. Es por eso que este año las marcas deberán abarcar nuevas alternativas para llegar e involucrar a su audiencia donde quiera que esté. Anoten: Facebook quiere ser el nuevo YouTube.

Cambio de mentalidad: Un gap muy grande que necesita ser cerrado en 2015  tiene que ver con el contenido. La gran mayoría de los anuncios todavía están pensados para la TV tradicional, es decir, desaprovechan la oportunidad de la interacción social y la amplificación digital. Call to action ya!

Testeo emocional: Ya que los anunciantes invierten grandes presupuestos en la producción y difusión de anuncios que crean una conexión emocional con los consumidores, el testing de la “resonancia emotiva” se convertirá en una de las mejores prácticas.

Estándares de visibilidad en transición: En 2014, el IAB lanzó su estándar de viewability para vídeo pero las marcas exigieron todavía más. No por casualidad en diciembre de 2014 esta asociación global presentó el roadmap hacia el anuncio de vídeo con 100% de visibilidad.

Contenido de nicho: Con tanto contenido revoloteando en las redes sociales, la gente es cada vez más propensa a la difusión restringida a pequeños grupos de personas. Vamos a ver a muchas más marcas creando contenido de nicho en vídeo para segmentos específicos de audiencia, especial para ser compartido en las plataformas sociales “oscuras” como Snapchat o WhatsApp

Cross-device: Con más personas consumiendo vídeo en teléfonos inteligentes, tablets y otros dispositivos conectados, las campañas de vídeo entre dispositivos ya no son una cosa-linda-para- tener sino un must. Es clave poder identificar a los usuarios y seguir el alcance a través de dispositivos, lo que es especialmente problemático ya que el consumo de video se mueve en un entorno mucho menos rastreable.