Si tu empresa se enorgullece de participar en acciones de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es importante entender por qué lo hace. Atrás quedaron los tiempos donde los clientes ni se les ocurría esperar un mayor compromiso de las empresas con la sociedad. Los consumidores de hoy buscan que las empresas tengan un impacto más amplio. ¿Por qué? En este post, algunas pistas.
Antes la reputación de una empresa solía basarse en sus productos. Hoy, existen otros factores que importan y mucho: trato hacia los empleados y participación en cuestiones ambientales, entre las principales. Según Edelman, el 87% de los consumidores dice que el negocio de las empresas debe tener al menos un factor importante que incluya asistencia en cuestiones sociales.
Y el marketing puede contribuir a que una marca transforme positivamente la realidad. En este sentido, un caso de éxito a citar es el de la cadena de comida mexicana Chipotle que forjó el concepto de “comida con integridad”. La iniciativa fue impulsar el consumo de carne de cerdo, vacuna y pollos proveniente de granjas naturales que no reprodujeran procesos de industrialización. El 100% de la oferta supone que los animales no fueron maltratados al morir.
Su estrategia no se detuvo allí. Realizó también un esfuerzo por concientizar a los clientes sobre los peligros del consumo de alimentos industrializados y las bondades de la crianza de ganado. Para ello, crearon un cortometraje y un juego para dispositivos móviles que buscó apuntalar ese concepto. La idea rectora fue generar “valor compartido”.
Las marcas que tienen un enfoque integral centrado en el cliente no hacen lo que comúnmente se conoce como “caridad”, por el contrario, sus acciones de RSE agregan valor a sus clientes desde una dimensión complementaria a su oferta de productos y servicios, pero siempre de modo contextual y pertinente. En este sentido, el caso de Chipotle es ejemplar.
¿Conocés algún otro caso interesante para mencionar?