Más privacidad, menos cookies y más jardines cerrados impactarán en cómo se recolectan datos y cómo se emplean

En la estrategia de marketing, los datos son una pieza clave. El boom del big data ha demostrado por qué conocer a los consumidores es tan importante y por qué la información es un elemento crucial para definir qué se hace, cómo y con qué, mejorando los vínculos con los clientes y los resultados de ventas. Pero los datos no son un elemento estanco. Además de resultar de vital importancia renovar la información acumulada, también hay que refrescar qué se sabe sobre datos y qué tendencias son las decisivas en el terreno del big data.

¿Y cuáles son las tendencias y las realidades que dominarán la agenda en los próximos meses? Los datos y su gestión deberán responder a los retos de 2021 y a los cambios y expectativas que imponen los consumidores y el mercado. Como explican en un análisis en BizReport, cuatro grandes tendencias marcarán la agenda en datos. Tenerlas en cuenta será determinante para lograr mantener una buena estrategia en big data.

La batalla de la privacidad contra la identidad

La normativa europea supuso el primer golpe para las compañías en internet en su aproximación a los datos y en su uso de la información para comprender mejor a los consumidores. La norma europea da muchas más herramientas para mejorar la privacidad de los internautas, herramientas que se están convirtiendo en una especie de norma general más allá de la Unión Europea. Otras normativas en otros lugares están siguiendo esa senda.

Los consumidores están también cada vez más concienciados, lo que hace que la privacidad sea más importante que nunca. Por todo ello, como señalan en el análisis, la batalla entre privacidad e identidad seguirá muy presente, con las marcas teniendo que encontrar un equilibrio entre conocer a sus usuarios y sus intereses y respetar su privacidad.

El canto del cisne de las cookies

Las cookies no han muerto. Aún. La industria está sumida en la confusión y la angustia sobre qué va a ocurrir cuando las cookies realmente desaparezcan (porque los navegadores las bloqueen por defecto), pero como recuerdan en el análisis las cookies todavía no han muerto y la solución al problema no se ha asentado. Este año será el del dominio de las opciones alternativas: es decir, será el momento en el que todo el mundo parezca estar presentando una solución alternativa y vendiendo sus beneficios. El ecosistema digital estará, por tanto, obsesionado con el tema.

Más jardines cerrados

Los paywalls irrumpieron hace unos años y han ido creciendo. Son cada vez más habituales y se puede decir que la excepción entre los grandes medios es, justamente, la de aquellos que siguen dando un acceso libre a los contenidos. La tendencia seguirá. Los medios seguirán invirtiendo en poner barreras y centrarse en ofertas a anunciantes y marcas basadas en datos first-party.

Aun así, recuerdan en el análisis, no todo el mundo puede competir en este terreno y no todos los paywalls tendrán el mismo éxito (no es lo mismo The New York Times que un pequeño medio), por lo que enriquecer los datos y ofrecer flexibilidad y agilidad a los marketeros serán todavía cruciales para que los medios sobrevivan.

Calidad y no cantidad

Y, finalmente, también cambiará la percepción de la información y lo que importa. Tras años hablando del big data y de acumular información y más información, ha llegado el momento de aplicar, explican, las lecciones de Marie Kondo a la gestión de datos. La cantidad no es tan importante. Si tienes muchos datos pero son malos o irrelevantes, es como si no tuvieses nada. Los marketeros deben priorizar la calidad de los datos y busca aquellos que son importantes y valiosos.

Esto también es un punto de valor en la relación con los consumidores. Hay que dejar de exprimirlos intentando saberlo todo sobre ellos, para centrarse en saber lo que de verdad importa.