Todas las empresas tienen historias únicas que contar: su formación, los primeros clientes, el camino a lo largo de los años. Quienes quieran construir un concepto de marca deberán preguntarse ante todo: ¿Cómo potenciar el contenido para hacer branding?

Para lograr un plan efectivo de marketing de contenidos y establecer el liderazgo de una marca existen tres puntos claves: construir interés, fomentar la confianza y cimentar relaciones. Sin esos pilares, lo más probable es que una empresa o una marca pase al olvido en este campo.

Las historias son un activo invaluable para hacer branding. En un reciente artí­culo de la revista Forbes se plantea una interesante cuestión: ¿cómo puede una compañí­a utilizar su historia para generar más negocios? 

Entre los tips que plantea, destaca que si bien los hechos en sí­ pueden ser aburridos, en un contexto adecuado se les puede imprimir la emoción necesaria para que sean memorables. Para ello, las mejores aliadas son las historias, ya que comunican y conectan a nivel sensorial con los clientes.

Crear historias fáciles de recordar es lo que debe guiar a las empresas. La narrativa impacta en nuestras necesidades más primitivas. Cuanto más intenso y visual sea el detalle, más será recordado. ¿Dónde encontrar esas historias? En los clientes, los productos y en sus propios empleados. El contenido y la marca deben quedar asociados, algo que no siempre se comprende.

El mejor contenido es el que deja con ganas de más. Las empresas no deben contar todo, deben interesar. Las grandes historias surgen de experiencias que los clientes puedan compartir, ironizar y hacer propias.

“Para hacer eso, usted tiene que salir de detrás de su escritorio, en la oficina y caminar por los pasillos, hablar con sus clientes y ser un estudiante del mundo” opina Paige Arnoffenn, autora del artí­culo de Forbes. Estas historias pueden ser el motor de un contenido relevante e interesante.