La marca de Snacks Frito-Lay está desarrollando un nuevo sabor de papas fritas. Hace algunos años esto habría implicado una serie acciones incluyendo grupos de discusión, investigación y análisis de tendencias. Sin embargo, en los tiempos que corren las acciones son distintas.

La marca lanzó una página de Facebook que incluye una aplicación que les permite a los visitantes registrar sus preferencias a través de un “Me gustaría comer eso”. Hasta el momento, los resultados muestran, por ejemplo, que el sabor a anillos de cebolla es muy popular en California y Ohio, mientras que la opción “churros” es un éxito en Nueva York.

“Es una nueva forma de realizar investigaciones acerca de  los consumidores“, explica Ann Mukherjee, directora de marketing de Frito-Lay North America. Y es que empresas como Wal-Mart y Samuel Adams están convirtiendo a estos medios  en extensiones de los departamentos de investigación de mercado.

No por casualidad, Wal-Mart adquirió la compañía de medios sociales Kosmix el año pasado por 300 millones de dólares, principalmente debido a la capacidad de Kosmix para extraer tendencias de conversaciones en medios sociales.

La unidad, que ahora se llama @WalmartLabs, examina los mensajes de Twitter, Facebook para ayudar a Wal-Mart a refinar lo que vende. Su tecnología puede identificar el contexto de las palabras, distinguiendo por ejemplo a “Salt”, la película de Angelina Jolie, de la sal como condimento. A través de este sistema, se establecen las líneas de base para lo que es un nivel normal de rumor y cuando algo gusta mucho o muy poco.

“Hay montañas y montañas de datos que se crean en los medios de comunicación social”, dijo Ravi Raj, vicepresidente de productos para WalmartLabs, y agregó que la empresa utiliza este tipo de datos para decidir qué productos lleva a dónde.

Los marketineros tratan de encontrar un equilibrio entre la protección de la intimidad y  la disponibilidad de los datos. Raj dijo que Wal-Mart analizó sólo los mensajes de Facebook que los usuarios hacen públicos. Por otro lado, aplicaciones como las de Frito-Lay requieren acceso a la ubicación de un usuario, género, fecha de nacimiento, entre otros datos.

Las empresas que utilizan los datos de las redes sociales, pueden trabajar para desarrollar la habilidad de ver lo que los consumidores hacen, quieren y de lo que están hablando en una escala demasiado grande y sin precedentes. Es como el focus group más grande que alguien pueda imaginar.

Habrá que ver si lo hacen de manera responsable y cuidan el valor de esta increíble oportunidad.

Fuente: New York Times