Hace unas semanas, leí un par de notas sobre la idea que tiene Apple de reemplazar a su legendaria agencia de Publicidad TBWACHIATDAY por una agencia propia/interna. Me hice la siguiente pregunta: ¿hay algún aspecto de una agencia de publicidad que sea irreplicable cuando se hace el laburo de manera interna?
Exploré mentalmente la complejidad de incorporar talentos de cualquier tipo, el cambio de cultura que se necesitaría y lo que implica ir contra la naturaleza o esencia del negocio. Llegué a la siguiente conclusión: en el corto y mediano plazo todas estas transformaciones se podrían conseguir con una estrategia adecuada, determinación y plata. Punto.
Sin embargo, encontré un sólo motivo por el cual una agencia interna en el largo plazo (también podría incluir mediano plazo) dejaría de nutrir a su cliente interno en algo que para mí es esencial: su experiencia permanente y sostenida resolviendo problemas de distintos productos, servicios, industrias y rubros. Esto una agencia interna no lo puede tener nunca, jamás, never and ever again, c’est la fin.
La creatividad que agrega valor y construye percepciones de marca diferenciales se nutre de esa diversidad de experiencias diarias. Sin esto, algo fundamental se termina muriendo por más que lo maquillen de manzanas, peras o frutillas.
Gracias a mi colegamigo Santi Olivera por su sabiduría y oreja.
